Construcción de un episodio dramático
"...Y siento que camino sobre un extenso balcón que me incita a recortar postales de la ciudad de la que me despido. Me detengo, entonces, a deleitarme con aquel paisaje, un diáfano paisaje urbano: visuales lejanas del cauce de un río, edificios rojizos, puentes, caminos. Aún libre, me siento contenida: las tensiones conducen hacia el edificio que, como un Gran Ojo, me abarca y me sumerge en perspectivas dinámicas, de crecimiento y movimiento, de comunicación y transporte.
Todavía no he entrado y ya me recibe permeable y transparente; me invita a mirar y, generoso, me regala un poco de su interior. Presiento que guarda para sí, tímido y discreto, sorpresas que me despiertan atracción... y cierto misterio.
Ya desde afuera empiezo a comprender cómo funciona el edificio: percibo su dimensión, su escala, su dibujo recostado en el paisaje; me muestra su estructura noble y firme, de clara lectura; y las circulaciones y caminos me señalan, con natural franqueza, por dónde debo ingresar.
He arribado a su entrada y parece que el espacio ha cambiado; me siento ahora más humana, menos pequeña; ya no veo el cielo, pero sí recibo luz; las transparencias, opacidades y texturas lisas son ahora cualidades que se confabulan para alimentar la identidad de este gran edificio: aquella identidad que irá develándose y descifrándose en el recorrido de su vívido interior..."
Julia Angeles González
